PALMA, 25 de noviembre. En un ambiente político marcado por las tensiones entre diferentes ideologías, el portavoz del Partido Popular en el Parlament, Sebastià Sagreras, ha expresado su esperanza de llegar a un acuerdo con los grupos de izquierda sobre un tema crucial: la construcción en áreas propensas a inundaciones. Este debate cobra especial relevancia en un contexto en el que la seguridad y la sostenibilidad son preocupaciones fundamentales para la sociedad.

Durante una rueda de prensa previa a la sesión parlamentaria que se celebrará mañana, Sagreras fue optimista al afirmar que el objetivo del día era alcanzar un pacto. “El único escenario en el que trabajamos en este momento es en llegar a un acuerdo esta tarde. No hay nada que me haga pensar que no vayamos a conseguir el objetivo, no he visto a los grupos de la izquierda extremadamente cerrados”, declaró, reflejando un tono conciliador que podría ofrecer un atisbo de esperanza en un clima político a menudo polarizado.

Sagreras destacó un punto importante en las conversaciones: parece haber un consenso en la necesidad de prohibir nuevas construcciones de viviendas y de instalaciones especialmente sensibles, tales como guarderías y centros para la tercera edad, dentro de estas zonas de riesgo. Además, abogó por la realización de un nuevo estudio hidráulico que permita identificar con mayor precisión las áreas vulnerables a inundaciones en terrenos rústicos, lo que denota un deseo de abordar el problema con un enfoque más científico y preventivo.

A pesar de este avance en algunos aspectos, la negociación se ha complicado en relación a la propuesta del PP de legalizar aquellas construcciones que, aunque se encuentran fuera de ordenación y corresponden a casos cuya prescripción ha caducado, no pueden ser demolidas por la administración. Esta postura ha sido recibida con resistencia por parte de los grupos de izquierda, quienes muestran preocupación por los posibles impactos que dicha legalización podría tener en la gestión del riesgo en estas áreas.

“Entendemos la necesidad de que las personas que ahí viven al menos puedan hacer de manera legal reformas de seguridad. Ese es el objetivo y de lo que hablamos con la izquierda”, comentó Sagreras, reflejando una perspectiva que busca equilibrar las necesidades de los propietarios actuales con la responsabilidad de preservar la seguridad pública. Así, el debate sobre la construcción en zonas inundables sigue siendo un tema candente en la agenda política, donde las decisiones tomadas pueden tener consecuencias duraderas para la comunidad.