El pleno del Parlament ha aprobado el techo de gasto para el ejercicio de 2025 con la abstención de los diputados de Vox y el voto a favor de Llorenç Córdoba y Francisco Cardona. Esta decisión, respaldada por el Ejecutivo de Marga Prohens, ha generado críticas por parte de la oposición.

Antoni Costa, conseller de Economía, Hacienda e Innovación, ha defendido que el techo de gasto permitirá mejorar los servicios públicos esenciales y adelantar convenios de carreteras a los consells insulares. Sin embargo, la izquierda ha denunciado que estos presupuestos no apuestan por el transporte público ni contienen medidas contra la precariedad laboral.

El PSIB ha criticado que el Govern se haya apoyado en diputados tránsfugas para garantizar la aprobación del techo de gasto. Por su parte, Vox ha justificado su abstención en avances significativos en inmigración irregular y políticas lingüísticas, mientras que el PP ha elogiado la voluntad de Vox de no bloquear las cuentas autonómicas.

El Ejecutivo estima que los ingresos no financieros para el próximo año ascenderán a 5.775 millones de euros, con ajustes de contabilidad nacional que aportarán 787,8 millones de euros. A pesar de la incertidumbre fiscal, se prevé un escenario de equilibrio presupuestario, con un déficit máximo del 0,0 % del PIB previsto.