En una rueda de prensa celebrada en Palma, el grupo ecologista GOB ha presentado una serie de medidas para hacer frente a la saturación turística en Baleares y para cambiar el modelo económico de la región. Una de las propuestas principales es la reducción del número de vuelos en el aeropuerto de Palma, con el objetivo de disminuir la presión sobre el medio ambiente y la calidad de vida de los residentes.

Marusia López, miembro de la ejecutiva del GOB, ha destacado la importancia de combatir el "relato del miedo" que rodea la dependencia del sector turístico en las Islas Baleares. Según López, muchas familias en la región sufren de condiciones precarias debido a la falta de diversificación económica y a la sobreexplotación turística.

La presidenta del GOB, Margalida Ramis, ha expresado su sorpresa ante la receptividad del Gobierno del PP a la necesidad de establecer límites al turismo en la región. Sin embargo, Ramis ha hecho hincapié en la importancia de no desviar la atención hacia los residentes locales, evitando buscar culpables en lugar de soluciones.