PALMA, 13 de noviembre. En un nuevo giro en la controversia sobre la cesión del polvorín de Inca, el Consell de Mallorca ha acusado al PSIB de estar "boicoteando" la conversión de este inmueble en un centro de primera acogida para menores migrantes no acompañados. A pesar de que los expertos del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) han elaborado un informe que confirma que el polvorín reúne las condiciones necesarias para desempeñar esta importante función social, el ambiente se ha cargado de tensiones políticas.

Guillermo Sánchez, conseller insular de Bienestar Social y presidente del IMAS, ha proporcionado detalles en una rueda de prensa donde expuso una cronología de los acontecimientos recientes que han rodeado este tema. Según Sánchez, la semana pasada el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, les comunicó que la cesión del polvorín era "inminente", una noticia que debería haber propiciado una mayor colaboración y apoyo entre las fuerzas políticas involucradas.

Sin embargo, la situación se ha complicado. Sánchez ha manifestado su preocupación por la supuesta filtración de documentos por parte del PSIB a los medios de comunicación, informes que, según él, el IMAS no ha recibido. Estos documentos, que sugieren la "inviabilidad" del polvorín para su nuevo propósito, han generado malestar y desconfianza en torno al proceso de cesión. No obstante, el conseller ha insistido en que espera que estos informes "no ralenticen" los trámites necesarios para hacer realidad la acogida de menores migrantes, un asunto que considera urgente y de vital importancia para la comunidad.

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