El pasado miércoles, Palma fue escenario de una intervención sorprendente por parte de la Policía Local, quien se vio obligada a actuar tras recibir una alerta ciudadana sobre un hombre que aparentemente portaba un arma de fuego en una riñonera en la emblemática plaza de Cort.

Según el comunicado oficial emitido por las autoridades, dos unidades de la Unidad de Intervención Inmediata se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos. Tras una búsqueda efectiva, lograron identificar y localizar al sospechoso dentro de un bar cercano, donde fue interceptado para su registro. La revisión reveló la presencia de una pistola de apariencia real, que el hombre había ocultado entre sus ropas, así como una bolsa que contenía 500 balines de acero y cinco bombonas de CO2.

Testigos informaron que el sospechoso había actuado de manera inquietante en el interior del bar, llegando incluso a hacer gestos de que iba a sujetar el arma visible en su riñonera antes de abandonar el establecimiento, lo que motivó aún más la preocupación de los presentes.

El individuo, de 35 años y nacionalidad española, alegó que había adquirido la pistola simulada con la intención de regalarla, aunque no pudo ofrecer una explicación coherente sobre por qué la portaba escondida y sin su caja original. Además, admitió no contar con la documentación necesaria ni con la autorización para llevar dicho objeto, que debería haber sido una tarjeta de armas Tipo A emitida por el Ayuntamiento de Palma, correspondiente a la 4ª categoría.

Como resultado de su comportamiento, las autoridades procedieron a informarle de que sería denunciado por violar la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana 4/2015, que prohíbe el transporte de armas sin la respectiva documentación. En consecuencia, se levantó un acta que incluye la intervención del arma, los balines y las bombonas de CO2. Cabe destacar que la infracción podría acarrear una sanción de hasta 30.000 euros, dado que se considera una falta grave en materia de seguridad ciudadana.