24h Baleares.

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Baleares registra 11.624 nuevas empresas en 2022, mientras que 9.784 cerraron, según el INE.

Baleares registra 11.624 nuevas empresas en 2022, mientras que 9.784 cerraron, según el INE.

El archipiélago balear continúa mostrando una notable vitalidad empresarial, según los últimos datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística. Durante el año 2022, se establecieron un total de 11.624 nuevas empresas en Baleares, mientras que 9.784 emprendimientos se vieron obligados a cerrar sus puertas. Esto resultó en un saldo neto de 1.840 empresas, señalando una impresionante tasa de nacimientos del 10%, una de las más elevadas de todo el territorio español.

A nivel nacional, España también experimentó un movimiento considerable en el ámbito empresarial. En total, se crearon 301.406 empresas, comparadas con 299.680 que desaparecieron, lo que generó un modesto saldo positivo de 1.726 nuevos negocios. Este crecimiento es un indicativo de un ciclo emprendedor que, aunque desafiante, sigue dando resultados positivos.

El análisis revela que la tasa de nacimientos de empresas en el conjunto de España fue del 8,64%, en contraposición a una tasa de cierre del 8,59%. Esta leve diferencia se tradujo en una tasa neta de crecimiento del 0,05%, una cifra que, aunque pequeña, reafirma la permanencia de la actividad económica. En total, el stock de empresas activas en el país alcanzó los 3.487.503, incorporando tanto a aquellas que estuvieron activas durante todo el año como a las que solamente operaron por períodos reducidos.

Un examen más detallado del fondo empresarial revela que más de la mitad del stock total, un notable 61,8%, correspondió a empresas del sector “Resto de servicios”. En contraste, el comercio aportó el 20,7%, la construcción el 12% y la industria un modesto 5,5%. Estos números sugieren una diversificación interesante en la estructura empresarial de España.

Es llamativo señalar que la gran mayoría, específicamente el 98,3%, de las nuevas empresas que surgieron en 2022 tenía cuatro o menos empleados. Igualmente, el 75,4% de estas empresas no contaba con asalariados, lo que indica una predominancia de emprendimientos individuales y pequeños negocios. Por el contrario, los negocios que emplearon a uno o cuatro asalariados mostraron una tendencia preocupante con una tasa neta de -0,63%, señalando un aumento en la precariedad empresarial en este segmento.

El informe también pone de manifiesto que la etapa más crítica para la supervivencia de las empresas es el primer año. Las tasas de supervivencia son alarmantemente bajas, alcanzando sólo el 78,5% o menos, lo que plantea interrogantes sobre los retos que enfrentan los nuevos emprendedores. Además, se destaca que las empresas que nacieron en 2017 y 2018 han visto reducidas sus cifras a menos de la mitad en solo cuatro años, evidenciando un entorno muy competitivo y desafiante.

Al analizar las causas de las desapariciones empresariales, se observa que la mortalidad empresarial alcanzó niveles preocupantes en su máximo en 2010, revelando la volatilidad del mercado. Este contexto histórico es fundamental para comprender la evolución actual del tejido empresarial.

Examinar el panorama regional revela que Baleares, junto a Canarias y la ciudad autónoma de Melilla, presentó las tasas más altas de nuevos emprendimientos en 2022, todas rondando el 10%. En contraste, La Rioja, Castilla y León, y la Comunidad Foral de Navarra reportaron las tasas más bajas, por debajo del 7%. Este dato pone de relieve las desigualdades territoriales en términos de oportunidades de emprendimiento.

En un análisis de las tasas de cierre, las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta destacaron con las tasas más altas de mortandad empresarial, alcanzando el 11,5% y 10,5% respectivamente. Por su parte, las comunidades que presentaron las menores tasas de cierre fueron Navarra, País Vasco y Cantabria, sugiriendo que un entorno sólido de apoyo puede ser determinante en la estabilidad de los negocios.