24h Baleares.

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Baleares marca un hito con la tasa de VIH más baja jamás registrada: 7,36 casos por cada 100,000 habitantes.

Baleares marca un hito con la tasa de VIH más baja jamás registrada: 7,36 casos por cada 100,000 habitantes.

PALMA 30 de noviembre. En una señal esperanzadora, las Islas Baleares han alcanzado la tasa de incidencia de contagios por VIH más baja en su historia, situándose en 7,36 casos por cada 100.000 habitantes. Este notable descenso se debe principalmente a la reducción de nuevas infecciones registradas en 2023, con un total de 89 nuevos contagios, lo que representa el mejor dato desde que comenzaron los registros en 2003 y refleja una disminución del 13,6 por ciento respecto a los 103 casos notificados en 2022.

En el marco del Día Mundial contra el Sida, que se conmemora cada 1 de diciembre desde hace 35 años, la Conselleria de Salud ha anunciado que este año el lema bajo el cual se celebra es "Emprendamos la senda de los derechos: Mi salud, mi derecho". Este lema busca concienciar sobre la importancia de proteger los derechos humanos como un camino para erradicar el sida, proponiendo que con el enfoque adecuado, se puede poner fin a esta enfermedad como una amenaza para la salud pública antes del año 2030.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a líderes y ciudadanos a nivel global a garantizar el derecho a la salud y a trabajar en la eliminación de las desigualdades que dificultan el avance hacia el objetivo de erradicar el sida. Este compromiso colectivo es fundamental para lograr avances significativos en la lucha contra la enfermedad.

En Baleares, se están implementando diversas estrategias para abordar las infecciones por VIH, actuando de manera conjunta con instituciones, asociaciones y la sociedad en general. Estas medidas incluyen la promoción de programas destinados a prevenir nuevos contagios y asegurar diagnósticos y tratamientos precoces, lo cual es clave para evitar la propagación del virus.

Entre las iniciativas llevadas a cabo, se destaca la promoción del uso de preservativos, especialmente entre la población joven, así como la profilaxis previa a la exposición al VIH, la educación sexual y la eliminación del estigma que persiste en relación a las personas afectadas por el virus. Estas acciones son esenciales para fomentar un entorno de prevención y apoyo.

Los efectos positivos de estas iniciativas ya se están reflejando en las estadísticas. Según datos provisionales del Servei d'Epidemiologia, perteneciente a la Dirección General de Salud Pública, en 2023 se diagnosticaron 89 nuevos casos de VIH en las islas, lo que representa una disminución del 13,6 por ciento en comparación con los 103 nuevos casos registrados en 2022. Estos datos han llevado a que la tasa de incidencia se sitúe en 7,36 casos por cada 100.000 habitantes, marcando el nivel más bajo desde el inicio del registro en 2003.

Analizando los nuevos contagios diagnosticados el año pasado, se observa una caída significativa en el número de casos entre mujeres, que descendieron de 33 en 2022 a solo 10 en 2023. Asimismo, entre los hombres, los contagios bajaron de 113 a 79. Este descenso se ha manifestado en ambos géneros, abarcando tanto a personas de origen español como extranjero y observando una reducción en los diagnósticos tanto recientes como tardíos.

Desglosando los datos por islas, Mallorca reportó 76 nuevos casos, mientras que las Pitiusas añadieron 12 y Menorca uno. En cuanto a las vías de transmisión, 59 de los nuevos contagios se dieron entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, 26 en personas heterosexuales y también se registró un caso relacionado con un hijo de una madre en situación de riesgo, además de tres casos cuyo modo de contagio no fue especificado.

La interpretación de estos datos sugiere que se está produciendo una consolidación de la tendencia a la baja en la incidencia de VIH en las islas. El año máximo de diagnósticos se registró en 2008, con 209 contagios y una tasa de 19 por 10.000 habitantes. Desde entonces, aunque ha habido algunas fluctuaciones, la tendencia general muestra una clara disminución en los nuevos diagnósticos.

Aunque la tasa de VIH en Baleares solía estar por encima de la media nacional, el descenso registrado en 2023 ha logrado equiparar ambas cifras. Hasta el 30 de junio de 2024, el Ministerio de Sanidad notificó 3.196 nuevos diagnósticos en todo el país para 2023, resultando en una tasa de 6,65 casos por 100.000 habitantes, sin ajustar por retrasos en la notificación. Se estima que, al completarse el registro de todos los diagnósticos de ese año, la tasa nacional podría ascender a 7,38 casos por 100.000 habitantes, superando así los 7,36 nuevos contagios de Baleares.

Desde 2003 hasta 2023, se han diagnosticado un total de 3.270 infecciones por VIH en las Islas, con 2.703 en Mallorca (82,7%), 430 en las Pitiusas (13,1%) y 137 en Menorca (4,2%). En cuanto a la distribución por géneros, 2.675 de los casos corresponden a hombres y 595 a mujeres. Las franjas de edad más afectadas son las de 30 a 39 años (37,8%, con 1.237 casos), seguida por la de 40 a 49 años (24,8%, 811 casos) y la de 20 a 29 años (22,8%, 744 casos).

El 46% de los contagios (1.504) se produjeron entre hombres que tienen sexo con otros hombres, mientras que el 39,9% (1.305) correspondieron a personas heterosexuales y el 9,6% (314) a usuarios de drogas por vía parenteral, una categoría que ha mostrado un descenso notable en los últimos años.

Respecto a la nacionalidad, 1.962 de los diagnósticos de VIH en Baleares entre 2003 y 2023 fueron de personas nacidas en España, mientras que 1.307 casos correspondieron a individuos originarios de otros países. La nacionalidad de un caso permanece sin determinar.

A pesar de los avances, el diagnóstico tardío sigue representando un desafío significativo, ya que afecta al 56,5% de los casos de VIH en mujeres y al 48,9% en hombres. Este hecho es preocupante, pues llega en momentos en que el estado inmunológico de los afectados ya ha sufrido un deterioro considerable.

Un diagnóstico temprano es fundamental no solo para acceder rápidamente a tratamientos que mejoren la calidad de vida de las personas infectadas, sino también para reducir las morbilidades relacionadas con el VIH, la mortalidad derivada de la enfermedad y para permitir a los afectados conocer su estado y tomar precauciones necesarias para evitar la transmisión del virus a otros.