PALMA, 19 de noviembre. El mercado de alquiler de viviendas en Baleares continúa enfrentando un notable encarecimiento. Según la plataforma Fotocasa, los precios de los arrendamientos han aumentado un 2,2% en el último año, alcanzando la cifra de 17,35 euros por metro cuadrado (€/m2) en octubre de 2024.

Este incremento no solo es visible en comparación interanual, sino que también se ha reflejado en el corto plazo, con un crecimiento mensual del 3,2%. Este panorama se presenta tras un año en el que la variación interanual en el mismo mes de 2023 fue significativamente más alta, situándose en un 21,3%. La evolución de los precios en los últimos doce meses ha llevado al coste del alquiler desde 16,97 €/m2 en octubre de 2023 hasta los actuales 17,35 €/m2 en octubre de 2024.

Ante esta realidad, Baleares se sitúa nuevamente entre las comunidades más afectadas, siendo junto a Madrid, Cataluña y el País Vasco una de las regiones con los alquileres más elevados del país. Esta situación evidencia una tendencia preocupante que afecta a la accesibilidad de la vivienda en un archipiélago que simboliza no solo belleza natural, sino también un reto social en términos de vivienda digna.

Desglosando los datos por municipios, se observa que Calvià ha registrado un aumento del 5,1% en los precios de alquiler, mientras que Palma ha visto un crecimiento del 3,7%. Al analizar los precios por metro cuadrado en octubre, se revela un desbalance preocupante: Sant Antoni de Portmany lidera la lista con 22,07 €/m2, seguido por Calvià con 21,49 €/m2 y Sant Josep de sa Talaia con 19,77 €/m2. Otros municipios como Santa Eulària des Riu y Alcúdia muestran también cifras elevadas, con precios que rondan los 19 €/m2, mientras que Palma se sitúa con un coste de 17,71 €/m2. Por el contrario, los alquileres en localidades como Manacor y Ciutadella, aunque más asequibles, aún reflejan un costo elevado para muchos residentes.

Este contexto resalta la urgencia de abordar la problemática del acceso a la vivienda en Baleares, un tema que no solo afecta a los habitantes locales, sino también a quienes buscan establecerse en este paradisíaco destino. La disparidad en los precios y el aumento constante de los alquileres suscitan un llamado a la acción, demandando políticas públicas que prioricen la sostenibilidad urbana y el derecho a una vivienda digna para todos.