La Unidad de Demanda (UD) de Migjorn ha logrado restaurar la normalidad por primera vez desde el año 2023, aunque las regiones de Es Pla, Artà y Formentera siguen enfrentando un estado de alerta. Este avance es un hito significativo en el contexto de gestión hídrica en Baleares, donde se han mantenido desafíos en la regulación de recursos.
Según un informe de la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua, las reservas hídricas en la región permanecen en un 46 por ciento durante el mes de octubre. Este porcentaje, aunque constante comparado con septiembre, se encuentra por debajo del 54 por ciento registrado el año anterior, lo que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque sostenible en la conservación del agua.
Pese a que no se han presentado modificaciones en los escenarios de alerta y prealerta, se ha observado variación en las reservas entre las diferentes islas y unidades de demanda. Esta situación se traduce en un llamado contundente para una gestión consciente y responsable de los recursos hídricos en el archipiélago balear.
Destacando los avances, la UD de Migjorn ha pasado a una situación de normalidad, un estado que no se había visto en un territorio de la región desde octubre del año pasado. Actualmente, el 15,1 por ciento del territorio está en condiciones normales, mientras que el 67,1 por ciento, que incluye regiones como Menorca, Manacor-Felanitx, Palma-Alcúdia, y la Tramuntana, se encuentra en prealerta. Por otro lado, el 17,8 por ciento de Es Pla, Artà y Formentera enfrenta una situación de alerta continua.
Analizando la distribución de las reservas, se han registrado descensos en las unidades de demanda de Es Pla, Palma-Alcúdia, Tramuntana Norte y Tramuntana Sur, mientras que Menorca, Manacor-Felanitx, Migjorn y Formentera han visto incrementos en sus niveles de agua. Artà e Ibiza, en contraste, han mantenido sus cifras estables durante este periodo.
En términos del índice global de la demarcación, este se ha situado en 0,367, lo que indica un ligero incremento con respecto al mes anterior, aunque inferior a los registros del año pasado que era de 0,447 y de 0,428 en el 2021. Estas cifras reflejan una realidad hídrica que aún demanda atención y acción proactiva en favor del desarrollo sostenible.
Referente a las reservas por islas, Mallorca se mantiene en un 47 por ciento, Menorca ha incrementado sus niveles del 44 al 45 por ciento, mientras que Ibiza ha experimentado una disminución, pasando del 33 al 32 por ciento. Desde la Conselleria, se ha señalado que, a pesar de estas fluctuaciones, la situación global sigue siendo menos favorable comparada con la del año pasado.
Los datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) destacan que octubre ha sido generalmente húmedo en Baleares, con una media de 84,1 litros por metro cuadrado, superando así los 72,6 litros habituales. Este patrón de precipitación ha variado considerablemente entre las islas: Mallorca ha registrado 96,8 l/m2, Menorca ha alcanzado 62,7 l/m2, mientras que Ibiza y Formentera han estado por debajo de lo habitual con 30,9 l/m2 y 22,0 l/m2 respectivamente.
En términos de acumulación de precipitación anual, Baleares se posiciona en un 85 por ciento, con Mallorca en un 86 por ciento, Menorca alcanzando un 95 por ciento, mientras que las Pitiusas se sitúan más atrás con un 62 por ciento. Además, el mes de octubre se ha caracterizado por temperaturas superiores a la media, con un promedio de 20,4 grados, representando una anomalía de 1,6 grados sobre lo habitual.
A medida que se avanza hacia noviembre, y considerando la actual situación climática y los niveles de precipitación, se espera que las reservas de agua sigan aumentando. Sin embargo, no se anticipan cambios significativos en los escenarios de las distintas unidades de demanda, lo que sugiere que el camino hacia una gestión hídrica más equilibrada sigue siendo un reto a abordar.
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