En Palma, el 8 de noviembre, se ha dado un paso crucial para ayudar a los municipios más afectados por las inclemencias del tiempo. Los ayuntamientos de Campos, Porreres y Manacor, ubicados en Mallorca, podrán acceder a las líneas de ayudas económicas que se activan en situaciones ordinarias para mitigar daños provocados por la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos).

La reciente inclusión de las Islas Baleares en la lista de áreas afectadas por una emergencia de Protección Civil, según lo decidido por el Consejo de Ministros el pasado martes, permite que estos tres municipios inicien de inmediato los trámites de solicitud de las ayudas del Ministerio del Interior. Este proceso es vital para que las municipalidades puedan comenzar a recuperarse de los estragos causados por las inclemencias climáticas.

Además, la ley que regula el Sistema Nacional de Protección Civil proporciona herramientas a distintos ministerios para implementar diversas medidas que ayuden a mitigar las repercusiones de situaciones adversas. Estas medidas incluyen la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y reducciones en el Impuesto sobre Actividades Económicas, además de políticas laborables y bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social. También se prevén ayudas destinadas a los gobiernos locales y la ejecución de obras de emergencia para reparar las infraestructuras públicas dañadas.

Este jueves, el Boletín Oficial del Estado (BOE) anunció la orden del Gobierno que declara zona catastrófica aquellos territorios impactados por la DANA, que afectó extensas áreas de la Península y de las islas Baleares entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre, una calamidad que ha provocado serias dificultades.

Según el comunicado oficial, las comunidades que enfrentaron los mayores daños son la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía. En un grado inferior, Baleares, Catalunya y Aragón también sintieron las repercusiones de este fenómeno meteorológico.

En respuesta a la gravedad de la situación en las tres comunidades más azotadas, el Gobierno español ha puesto en marcha un paquete extraordinario de ayudas directas que asciende a 10.600 millones de euros. Esta asistencia es parte de un plan de rápida respuesta y reconstrucción, diseñado especialmente para las regiones que han sufrido un impacto devastador, con pérdidas humanas y daños significativos en infraestructuras, viviendas y pertenencias personales.